Texto completo de los Estatutos del Partido Comunista de China
Modificados
parcialmente por el XX Congreso Nacional
del Partido Comunista de China
y aprobados el 22 de
octubre de 2022 por el mismo
Programa General
El Partido Comunista de China, destacamento de vanguardia
de la clase obrera, y a la vez del pueblo y la nación de China, es el núcleo
dirigente de la causa del socialismo con peculiaridades chinas, y representa lo
que se exige para el fomento de las fuerzas productivas avanzadas de China, el
rumbo por el que ha de marchar su cultura avanzada, y los intereses
fundamentales de las masas populares más amplias. Tiene como ideal supremo y
objetivo final la materialización del comunismo.
El
Partido Comunista de China se guía en su actuación por el marxismo-leninismo,
el pensamiento de Mao Zedong, la teoría de Deng Xiaoping, el importante
pensamiento de la triple representatividad, la concepción científica del
desarrollo y el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con
peculiaridades chinas de la nueva era.
El marxismo-leninismo, que ha revelado las leyes del
desarrollo histórico de la sociedad humana, posee correctos principios
fundamentales y gran vitalidad. El comunismo, ideal supremo que persiguen los comunistas
chinos, no se hará realidad sino sobre la base de una sociedad socialista plena
y altamente desarrollada. El desenvolvimiento y el perfeccionamiento del
sistema socialista suponen un largo proceso histórico. Persistiendo en los
principios fundamentales del marxismo-leninismo y siguiendo el camino escogido
voluntariamente por su pueblo y acorde a las condiciones nacionales, de seguro
la causa del socialismo de China ha de coronarse con la victoria final.
Los comunistas chinos, con el camarada Mao Zedong como su
exponente principal, crearon el pensamiento de Mao Zedong integrando los
principios fundamentales del marxismo-leninismo con la práctica concreta de la
revolución china. Este pensamiento es aplicación y desarrollo del
marxismo-leninismo en China, sintetización de los acertados principios teóricos
y experiencias comprobados por la práctica sobre la revolución y construcción
de este país, y cristalización de la sabiduría colectiva del Partido Comunista
de China. Guiado por dicho pensamiento, el Partido
condujo al pueblo de las diversas etnias del país en la conquista de la
victoria de la revolución de nueva democracia y la fundación de la República
Popular China regida por la dictadura democrática popular, tras una prolongada
lucha revolucionaria contra el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo
burocrático, y, tras la fundación de la Nueva China, lo hizo en la realización
expedita de las transformaciones socialistas, en la culminación de la
transición de la nueva democracia al socialismo, en el establecimiento de este
como sistema básico de nuestro país y en el desarrollo del mismo en los
terrenos económico, político y cultural.
Después de la III Sesión Plenaria del XI Comité Central
del Partido, los comunistas chinos, con el camarada Deng Xiaoping como su
exponente principal, tras hacer un balance de las experiencias tanto positivas
como negativas adquiridas desde la fundación de la Nueva China, emancipar la
mente, buscar la verdad en los hechos, pasar el centro de la labor de todo el
Partido a la construcción económica y poner en práctica la reforma y la
apertura, lograron inaugurar un nuevo periodo de desarrollo de la causa
socialista, conformar progresivamente la línea, las directrices y las políticas
sobre la construcción del socialismo con peculiaridades chinas, dilucidar los
temas básicos relacionados con la edificación, consolidación y desarrollo del
socialismo en China y crear así la teoría de Deng Xiaoping. Esta teoría, como
producto de la integración de los principios fundamentales del
marxismo-leninismo con la práctica en la China actual y las características de
la época, es continuación y desarrollo del pensamiento de Mao Zedong bajo las
nuevas condiciones históricas, nueva etapa del desenvolvimiento del marxismo en
este país, marxismo de la China actual y cristalización de la sabiduría
colectiva del Partido Comunista de China, y está orientando la modernización
socialista de nuestro país en su incesante avance.
Tras la IV Sesión Plenaria del XIII Comité Central, los
comunistas chinos, con el camarada Jiang Zemin como su exponente principal, en
el curso de la práctica de la construcción del socialismo con peculiaridades
chinas profundizaron en la comprensión de qué es el socialismo y cómo
edificarlo, y de qué partido se debe construir y cómo construirlo, acumularon
nuevas y valiosas experiencias sobre la administración del Partido y del país,
y conformaron con ello el importante pensamiento de la triple representatividad.
Este pensamiento, como continuación y desarrollo del marxismo-leninismo, del
pensamiento de Mao Zedong y de la teoría de Deng Xiaoping, interpreta las
nuevas exigencias para el trabajo del Partido y del Estado planteadas por la
evolución y cambio del mundo actual y de China en particular, y constituye una
poderosa arma teórica para fortalecer y mejorar la construcción del Partido e
impulsar el autoperfeccionamiento y desarrollo del socialismo en nuestro país,
una cristalización de la sabiduría colectiva del Partido Comunista de China y
un pensamiento guía que este ha de seguir con firmeza durante largo tiempo. El
constante actuar en atención a la triple representatividad es la raíz
sustentadora de nuestro Partido, el fundamento de su gobernación y el manantial
de su fuerza.
Desde
el XVI Congreso Nacional, los comunistas chinos, con el camarada Hu Jintao como
su exponente principal, persistiendo en tener la teoría de Deng Xiaoping y el
importante pensamiento de la triple representatividad como guía y de acuerdo
con las nuevas exigencias de desarrollo, han adquirido una comprensión profunda
sobre importantes cuestiones tales como qué tipo de desarrollo se debe realizar
y cómo efectuarlo en la nueva situación y las han dado respuestas
correspondientes, formulando la concepción científica del desarrollo,
consistente en la consideración del ser humano como lo primordial y un
desenvolvimiento integral, coordinado y sostenible. Esta concepción es una
teoría científica que se mantiene coherente con el marxismo-leninismo, el
pensamiento de Mao Zedong, la teoría de Deng Xiaoping y el importante
pensamiento de la triple representatividad a la vez que avanza con los tiempos;
es una plasmación concentrada de la concepción del mundo y la metodología
marxistas acerca del desarrollo; representa los importantes logros de la
chinización del marxismo; y significa una cristalización de la sabiduría
colectiva del Partido Comunista de China y un pensamiento guía que se ha de
mantener durante largo tiempo en el fomento del socialismo con peculiaridades
chinas.
Desde el XVIII Congreso Nacional del Partido, los
comunistas chinos, con el camarada Xi Jinping como su exponente principal,
persistiendo en la integración de los principios fundamentales del marxismo con
la realidad concreta de China y la excelente cultura tradicional de la nación
china, han dado una respuesta científica a importantes temas de nuestro tiempo,
como el de qué tipo de socialismo con peculiaridades chinas se debe mantener y
desarrollar en la nueva era y el de cómo hacerlo, creando así el pensamiento de
Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era. Este
pensamiento supone una continuación y desenvolvimiento del marxismo-leninismo,
el pensamiento de Mao Zedong, la teoría de Deng Xiaoping, el importante
pensamiento de la triple representatividad y la concepción científica del
desarrollo; representa el marxismo de la China contemporánea y del siglo XXI;
constituye la esencia de la época propia de la cultura y el espíritu chinos;
supone la cristalización de las experiencias prácticas y la sabiduría colectiva
de nuestro Partido y nuestro pueblo; forma parte importante del sistema teórico
del socialismo con peculiaridades chinas; y es la guía de acción de todo el
Partido y el pueblo de todo el país en su lucha por la materialización de la
gran revitalización de la nación china, por lo que debemos sostenerlo durante
largo tiempo y desarrollarlo constantemente. Guiado por este pensamiento y
dominando de manera integral la gran lucha, la gran obra, la gran causa y el
gran sueño, el Partido Comunista de China ha dirigido al pueblo de todas las
etnias del país en el impulso de la entrada del socialismo con peculiaridades
chinas en una nueva era, en la materialización del objetivo de lucha fijado para
el primer centenario y en el inicio de la nueva expedición para alcanzar el
establecido para el segundo centenario [el de la Nueva China en el 2049].
La razón fundamental de todos los éxitos y progresos que
hemos obtenido tras iniciar la reforma y la apertura estriba, en resumidas
cuentas, en haber abierto el camino del socialismo con peculiaridades chinas,
configurado su sistema teórico, establecido su sistema y desarrollado su
cultura. Todos los camaradas del Partido hemos de apreciar más que nunca este
camino, este sistema teórico, este sistema y esta cultura que nuestro Partido
ha creado a despecho de incontables penalidades y dificultades, mantenerlos por
largo tiempo y desarrollarlos sin cesar, y, enarbolando la gran bandera de este
socialismo, afianzar nuestra convicción en dicho camino, teoría, sistema y
cultura, desplegar el espíritu de lucha, potenciar la aptitud para librarla,
implementar la teoría, la línea y la estrategia fundamentales del Partido, y
bregar por el cumplimiento de las tres importantes tareas históricas
consistentes en impulsar la modernización, culminar la reunificación de la
patria, y salvaguardar la paz mundial y promover el desarrollo común, así como
por la materialización tanto del objetivo de lucha fijado para el segundo centenario
como del sueño chino de la gran revitalización de la nación china.
A partir de su fundación, el Partido Comunista de China
ha venido siempre considerando la persecución de la felicidad del pueblo chino
y la revitalización de la nación china como sus aspiraciones fundacionales y
misiones, y ha experimentado una lucha centenaria que ha cambiado radicalmente
el porvenir y el destino del pueblo chino, que ha abierto el camino correcto
para materializar la gran revitalización de la nación china, que ha puesto de
manifiesto la poderosa vitalidad del marxismo, que ha ejercido una honda
influencia en el curso de la historia del mundo y que ha curtido al Partido
Comunista de China para que marche a la cabeza de los tiempos. A través de la
prolongada práctica, el Partido ha acumulado valiosas experiencias históricas,
como las de la persistencia en el liderazgo del Partido, en la supremacía del
pueblo, en la innovación teórica, en la independencia y la autodecisión, en el
camino chino, en tener en cuenta al resto del mundo, en el emprendimiento y la
innovación, en la lucha intrépida, en el frente único y en la revolución
interna, experiencias que son una riqueza espiritual creada conjuntamente por
el Partido y el pueblo, por lo que debemos no solo apreciarlas más que nunca y
mantenerlas largo tiempo, sino también enriquecerlas y desarrollarlas sin cesar
en la práctica.
Nuestro
país permanece y seguirá permaneciendo durante largo tiempo en la etapa
primaria del socialismo. Se trata de un periodo histórico ineludible que habrá
de prolongarse un centenario para la modernización socialista de una China
originariamente atrasada en los terrenos económico y cultural. En nuestra
construcción socialista es imperativo partir de la realidad del país, seguir el
camino del socialismo con peculiaridades chinas e impulsar integralmente la
gran revitalización de la nación china con la modernización china. En la
presente fase, la principal contradicción de nuestra sociedad es la que existe
entre la creciente demanda del pueblo de una vida mejor y el desarrollo
desequilibrado e insuficiente. Debido a factores internos del país y a la
influencia internacional, la lucha de clases va a subsistir por largo tiempo en
determinados ámbitos, siendo posible que se agudice en ciertas condiciones,
pero ya ha dejado de ser la contradicción principal. La tarea fundamental de la
construcción socialista de nuestro país consiste en emancipar aún más las
fuerzas productivas, desarrollarlas y realizar gradualmente la modernización
socialista, mientras tanto introducir para ello reformas en aquellos aspectos y
eslabones de las relaciones de producción y de la superestructura que no se
ajusten al desarrollo de tales fuerzas. Es preciso mantener y perfeccionar los
sistemas económicos básicos, como el de desarrollo conjunto de las economías de
diversas formas de propiedad, con la de propiedad pública como la principal, el
de coexistencia de múltiples modalidades de distribución, con la de a cada uno
según su trabajo como la principal, y el de régimen de la economía de mercado
socialista, y animar a unas zonas y personas a prosperar antes que otras, para
alcanzar paso a paso la prosperidad común de todo el pueblo, satisfaciendo
continuamente la creciente demanda del pueblo de una vida mejor sobre la base
de la expansión de la producción y el crecimiento de la riqueza social e
impulsando el desarrollo integral de la persona. El desarrollo es la primera de
las tareas más importantes del Partido en la gobernación y revigorización del
país. Se debe perseverar en el pensamiento del desarrollo centrado en el
pueblo, comprender la nueva etapa del desarrollo, implementar la nueva
concepción del desarrollo caracterizada por la innovación, la coordinación, la
ecologicidad, la apertura y la compartición, y acelerar la estructuración de la
nueva configuración del desarrollo protagonizada por una gran circulación
nacional y la promoción mutua de esta y la internacional, todo a fin de
impulsar el desarrollo de alta calidad. En todas nuestras labores es
indispensable que consideremos como punto de partida y criterio probatorio
generales la contribución a la expansión de las fuerzas productivas de la
sociedad socialista, al aumento de la fortaleza integral del país socialista y
a la elevación del nivel de vida del pueblo, respetemos el trabajo, el saber,
el personal cualificado y la creación, y consigamos que el desarrollo fluya a
favor del pueblo, cuente con su apoyo y le brinde los logros para su
codisfrute. Es imperativo adherirse a la disposición general basada en un todo
compuesto por cinco elementos y la disposición estratégica de las “cuatro
integralidades” de la causa del socialismo con peculiaridades chinas, o sea,
impulsar con una visión de conjunto la construcción económica, la política, la
cultural, la social y la de la civilización ecológica, y promover
coordinadamente la construcción integral de un país socialista moderno, la
profundización integral de la reforma, la gobernación integral del país según
la ley y el disciplinamiento integral y riguroso del Partido. Los objetivos
estratégicos del desarrollo económico y social fijados para la nueva era y la
nueva expedición son completar básicamente la modernización socialista en 2035
y culminar la transformación de nuestro país en un poderoso país socialista
moderno a mediados del siglo.
La línea
fundamental del Partido Comunista de China en la etapa primaria del socialismo
es: dirigir y unir al pueblo de las diversas etnias del país para que asuma la
construcción económica como tarea central, persista en los cuatro principios
fundamentales y en la reforma y la apertura, se autosupere, trabaje duro y con
espíritu emprendedor, y bregue por hacer del nuestro un poderoso país
socialista moderno, próspero, democrático, civilizado, armonioso y bello.
En la
dirección de la causa socialista, el Partido Comunista de China debe perseverar
en la construcción económica como tarea central, supeditando a ella y poniendo
a su servicio todas las demás labores. Ha de llevar a la práctica la estrategia
de vigorización del país mediante la ciencia y la educación, la de su
fortalecimiento con la formación de recursos humanos excelentes, la del
desarrollo propulsado por la innovación, la de vigorización de las zonas
rurales, la del desarrollo coordinado de las regiones, la del desarrollo
sostenible y la del desarrollo de la integración de lo militar y lo civil;
poner plenamente en juego el papel de la ciencia y la tecnología como primera
fuerza productiva, el de las personas calificadas como recurso primordial y el
de la innovación como primera fuerza motriz conductora del desarrollo; y
apoyarse en el progreso científico-tecnológico y elevar las cualidades de los
trabajadores, todo con miras a promover un desarrollo de mejor
calidad, más eficaz, más equitativo, más sostenible y más seguro de la economía nacional.
El persistir en el camino socialista, en la dictadura
democrática popular, en la dirección del Partido Comunista de China y en el
marxismo-leninismo y el pensamiento de Mao Zedong como cuatro principios
fundamentales constituye la base de la existencia misma de nuestro Estado. A lo
largo de todo el proceso de la modernización socialista hemos de mantenernos en
estos principios y oponernos a la liberalización burguesa.
La
perseverancia en la reforma y la apertura supone un camino que nos llevará a
potenciar el país. Únicamente mediante la reforma y la apertura es posible
desarrollar China, el socialismo y el marxismo. Es necesario profundizar la
reforma en todos los ámbitos, perfeccionar y desarrollar el sistema del
socialismo con peculiaridades chinas y propulsar la modernización de los
sistemas y de la capacidad para gobernar el país. Se impone reformar de raíz el
régimen económico que frena el desarrollo de las fuerzas productivas,
sosteniendo y mejorando uno de economía de mercado socialista, y, en consonancia
con ello, llevar a cabo reformas del régimen político y en otros terrenos. Hay
que reiterar la apertura al exterior como política estatal básica, para
asimilar o tomar como referencia todos los logros de la civilización creados
por la comunidad humana. En la reforma y la apertura se debe explorar con
audacia, tener el coraje de hacerse paso, mejorar la cientificidad en la toma
de decisiones sobre la reforma, prestar mayor atención al carácter sistémico,
holístico y sinérgico de esta y abrir nuevas rutas en medio de la práctica.
El
Partido Comunista de China conduce al pueblo en el desarrollo de la economía de
mercado socialista. No vacila de ninguna manera en consolidar y desarrollar la
economía de propiedad pública, ni en estimular, apoyar y orientar el
desenvolvimiento de la de propiedad no pública. Hace valer el papel decisivo del mercado en la distribución de
recursos, se esfuerza por un despliegue aún mejor de las funciones
gubernamentales y trabaja por establecer un sistema completo de macrocontrol.
Planea con visión de conjunto el desarrollo urbano y el rural; el de las
diversas regiones; el económico y el social; el de la persona en armonía con la
naturaleza, y el desarrollo interno y la apertura al exterior, mientras que
reestructura la economía para cambiar su modalidad de desarrollo e impulsa la
reforma estructural por el lado de la oferta. Trabaja por promover el
desarrollo sincronizado del nuevo tipo de industrialización, informatización,
urbanización y modernización agrícola, edificar un nuevo agro socialista,
seguir el camino del nuevo tipo de industrialización con peculiaridades chinas
y hacer del nuestro un país innovador y mundialmente fuerte en ciencia y
tecnología.
El
Partido Comunista de China dirige al pueblo en el desarrollo de la política
democrática socialista. Sostiene la unidad orgánica entre su dirección, la
condición del pueblo como dueño del país y la gobernación del país con arreglo
a la ley, sigue el camino del desarrollo de la política del socialismo con
peculiaridades chinas y el del imperio de la ley del socialismo con
peculiaridades chinas, amplía la democracia socialista, construye un sistema
del imperio de la ley de este tipo de socialismo y un Estado de derecho
socialista, consolida la dictadura democrática popular y fomenta la
civilización socialista en lo político. Mantiene y mejora el sistema de
asambleas populares, el de cooperación multipartidaria y consulta política
dirigidas por el Partido Comunista de China, el de autonomía étnica territorial
y el de autogobierno de las masas en los niveles de base. Fomenta una
democracia popular de proceso entero más amplia, más plena y más completa,
imprime un desarrollo amplio, de múltiples niveles e institucionalizado a la
democracia consultiva, y asegura de forma efectiva al pueblo el derecho a
administrar tanto los asuntos estatales y sociales como las actividades
económicas y culturales. Respeta y garantiza los derechos humanos. Abre amplios
canales de opinión e implanta y perfecciona los sistemas y procedimientos de elección,
consulta, toma de decisiones, administración y supervisión democráticas.
Completa el sistema jurídico del socialismo con peculiaridades chinas e
intensifica la labor de la aplicación de las leyes para plasmar el imperio de
la ley en la realización de los diversos trabajos del Estado.
El Partido Comunista de China conduce al pueblo en el
fomento de la cultura socialista avanzada. Desarrolla la civilización
socialista espiritual, combina la gobernación del país según la ley con la
ejercida conforme a la moral y mejora la cualidad ideológica, ética, científica
y cultural de toda la nación, para brindar a la reforma, la apertura y la
modernización socialista una poderosa garantía ideológica, fuerza motriz
espiritual y apoyo intelectual, y construir un país socialista fuerte en
cultura. Intensifica el fomento del sistema de los valores socialistas
esenciales, persiste en el marxismo como pensamiento guía, arraiga el
socialismo con peculiaridades chinas como ideal común, desarrolla el espíritu
nacional centrado en el patriotismo y el de la época enfocado en la reforma y
la innovación, cultiva y practica dichos valores, fomenta la concepción
socialista del honor y el deshonor, fortalece el espíritu nacional de dignidad,
autoconfianza y autosuperación, resiste la corrosión de las ideas capitalistas
y feudalistas decadentes, y elimina todo tipo de lacras sociales, en pos de
hacer del nuestro un pueblo dotado de ideales, ética, cultura y disciplina.
Tiene la obligación de impartir entre los militantes una educación referente al
elevado ideal comunista. Desarrolla con energía la educación, la ciencia y la
cultura, propulsa la transformación creativa y el desarrollo innovador de la
excelente cultura tradicional china, continúa la cultura revolucionaria, lleva
adelante la cultura socialista avanzada e incrementa el poder cultural blando
de la nación. Ha de dominar con firmeza la dirección sobre el trabajo
ideológico, afianzar constantemente la posición rectora que ocupa el marxismo
en el campo ideológico y consolidar la base ideológica común para la lucha
unida de todo el Partido y el pueblo de
todo el país.
El
Partido Comunista de China dirige al pueblo en la configuración de una sociedad
socialista armoniosa. De acuerdo con la exigencia general de democracia e
imperio de la ley, equidad y justicia, honestidad y fraternidad, vigor pujante,
estabilidad y orden, y armonía entre la persona y la naturaleza, según el
principio de edificación y disfrute en común, y con
énfasis en la garantización y mejora de las condiciones de vida del pueblo, soluciona como es debido los problemas de interés que más le inquietan y le afectan de
manera más directa e inmediata, para que los logros del
desarrollo le beneficien en mayor medida y de forma más equitativa, y las masas populares se sientan constantemente más beneficiadas, en un
esfuerzo por crear una situación en que todos los integrantes del pueblo puedan aportar
según su capacidad, ocupar cada uno su puesto adecuado y convivir en armonía.
Potencia e innova la gobernanza social. Diferencia estrictamente y trata de
forma acertada los dos tipos de contradicciones de distinta naturaleza: uno,
entre nosotros y el enemigo, y el otro, en el seno del pueblo. Refuerza el
saneamiento integral del orden público y combate resueltamente, a tenor de la
ley, toda clase de delitos y delincuentes que atentan contra la seguridad y los
intereses estatales, la estabilidad social y el desarrollo económico, con el
objeto de mantener duraderamente estable la sociedad. Persiste en el concepto
general de seguridad nacional, planea holísticamene el desarrollo y la
seguridad, y salvaguarda con firmeza la soberanía, la seguridad y los intereses
del desarrollo del país.
El
Partido Comunista de China dirige al pueblo en el fomento de la civilización
socialista ecológica. Establece una concepción de la civilización ecológica de
respetar la naturaleza, adaptarse a ella y protegerla, fortalece el concepto de
que las aguas cristalinas y las verdes montañas son cordilleras de oro y plata,
se atiene a la política estatal básica de ahorro de recursos y protección
medioambiental y a la directriz de dar primacía al ahorro y la protección y
considerar la recuperación natural como lo principal, y sigue con firmeza el camino
de desenvolvimiento civilizado conducente a una producción desarrollada, una
vida holgada y un buen ecosistema. Se empeña en la edificación de una sociedad
economizadora de recursos y amigable con el medio ambiente, y aplica el sistema
más estricto para la protección del entorno ecológico, formando así una
configuración de espacios, estructuras sectoriales, modalidades de producción y
modos de vida en favor del ahorro de recursos y preservación del medio
ambiente, con miras a crear para el pueblo un buen entorno de producción y de
vida y conseguir que la nación china se desarrolle de manera permanente.
El
Partido Comunista de China persevera en su dirección absoluta sobre el Ejército
Popular de Liberación y las demás fuerzas armadas del pueblo, implementa el
pensamiento de Xi Jinping sobre el fortalecimiento de dicho ejército, refuerza
su construcción, persiste en su construcción política, su fortalecimiento
mediante la reforma, la ciencia, la tecnología y los recursos humanos
excelentes, y en su administración según la ley, trabaja por convertirlo en un
ejército popular que obedezca los mandatos del Partido, venza en los combates y
posea un estilo excelente, y por hacer de él un ejército de primer orden
mundial, le garantiza de manera efectiva el cumplimiento eficaz de sus misiones y tareas en la nueva era, y pone
plenamente en juego su papel en la consolidación de la defensa nacional, la
salvaguardia de la patria y la participación en la modernización socialista.
El
Partido Comunista de China mantiene y desarrolla relaciones interétnicas
socialistas de igualdad, cohesión, ayuda mutua y armonía, prepara y selecciona
con entusiasmo a cuadros de minorías étnicas y ayuda a estas y a las zonas
habitadas por ellas a desenvolver su economía, cultura y servicios de interés
social, y afianza la conciencia sobre la nación china como una comunidad, con
el fin de hacer realidad la lucha unida, la prosperidad y el desarrollo en
común de todos los grupos étnicos. Lleva a la práctica en todos los aspectos la
directriz básica del trabajo referente a la religión y cohesiona a los
creyentes para que contribuyan al desarrollo económico y social.
El
Partido Comunista de China se une tanto con los obreros, campesinos e
intelectuales de todas las etnias del país como con los partidos democráticos,
las personalidades sin filiación partidaria y las fuerzas patrióticas de las
distintas etnias, para desarrollar y robustecer en mayor medida el amplísimo
frente único patriótico formado por el conjunto de los trabajadores socialistas,
los constructores de la causa socialista, los patriotas que se adhieren al
socialismo y los que apoyan la reunificación de la patria y se dedican a la
gran revitalización de la nación china. Consolida incesantemente la cohesión de
todo el pueblo del país, incluidos los compatriotas de las regiones
administrativas especiales de Hong Kong y Macao, los de Taiwan y los chinos
residentes en el extranjero. Aplicando de manera integral, acertada e
invariable la directriz de “un país con dos sistemas”, promueve la prosperidad
y la estabilidad duraderas de Hong Kong y Macao, combate y frena resueltamente
la “independencia de Taiwan”, y se esfuerza por culminar la noble causa de la
reunificación de la patria.
El Partido Comunista de China persiste en la política
exterior independiente y de paz, en el camino del desarrollo pacífico y en la
estrategia de apertura basada en el beneficio mutuo y el ganar-ganar, considera
con una visión de conjunto tanto la situación nacional como la internacional y
desarrolla activamente las relaciones con el exterior, en un esfuerzo por
lograr un ambiente internacional favorable a la reforma, la apertura y la
modernización de nuestro país. En los asuntos internacionales, desplegando los
valores comunes a toda la humanidad —paz, desarrollo, equidad, justicia,
democracia y libertad— y manteniendo la concepción correcta de la justicia y de
los intereses, salvaguarda la independencia y la soberanía de China, se opone
al hegemonismo y la política de fuerza, defiende la paz mundial y promueve el
progreso de la humanidad, a fin de impulsar la construcción de una comunidad de destino de la humanidad y un mundo
caracterizado por la paz duradera, la seguridad universal, la prosperidad
común, la apertura y la inclusión, y la limpieza y la hermosura. Fomenta las
relaciones de China con los demás países sobre la base de los cinco principios,
a saber: respeto a la soberanía e integridad territorial de cada uno, no
agresión de unos a otros, no intervención mutua en los asuntos internos,
igualdad y beneficio recíproco, y coexistencia pacífica. Desarrolla sin cesar
relaciones de buena vecindad y amistad entre China y los países circundantes, y
refuerza la cohesión y la cooperación entre el nuestro y los demás países en
desarrollo. Ateniéndose al principio de deliberación en común, construcción
conjunta y codisfrute, impulsa la construcción de la Franja y la Ruta. Promueve
las propias relaciones partidarias con partidos comunistas o de otra naturaleza
de los demás países según el principio de independencia, igualdad total,
respeto mutuo y no intervención en los asuntos internos.
A fin de
conducir al pueblo de todas las etnias del país en el cumplimiento del objetivo
de lucha fijado para el segundo centenario y la materialización del sueño chino
de la gran revitalización de la nación china, el Partido Comunista de China,
ciñéndose estrechamente a su línea fundamental, debe mantener y fortalecer su
liderazgo general, perseverar en velar por su propia administración y su
disciplinamiento integral y riguroso, realzar su gran espíritu fundacional de adhesión a la
verdad, de defensa de los ideales, de cumplimiento de las aspiraciones
fundacionales, de asunción de las misiones, de no temer los sacrificios, de
luchar con heroísmo, de ser leales a la organización y de no defraudar al
pueblo, fortalecer la
construcción de su capacidad de gobernar largo tiempo y su carácter de
vanguardia y pureza, llevar adelante en todos los aspectos la nueva gran obra
de su propia construcción con espíritu reformador e innovador, impulsar
integralmente su construcción política, ideológica, organizativa,
disciplinaria y la de su estilo tomando la primera como mandato, plasmar su
construcción institucional en todo este proceso, promover a fondo la lucha
contra la corrupción, elevar de manera integral el nivel de la cientificidad de
su construcción y guiar la grandiosa revolución social con una grandiosa
revolución interna. Ha de ser constante en mantenerse al servicio de los
intereses públicos y gobernar el país en bien del pueblo; desplegar sus bellas
tradiciones y estilo; esforzarse sin tregua tanto para elevar su nivel de
dirección y de gobernación del país y aumentar su capacidad de resistir a la
corrupción, de prevenirse contra la degeneración, de contrarrestar los riesgos
y de depurarse, perfeccionarse, renovarse y superarse, como para afianzar sus
cimientos clasistas, ampliar su base de masas e incrementar su fuerza creativa,
cohesiva y combativa, y hacer de sí mismo un partido gobernante marxista
empeñado en el estudio, servicio e innovación, con el fin de ponerse siempre al
frente de la época y devenir un sólido núcleo capaz de dirigir al pueblo de
todo el país en el avance ininterrumpido por el camino del socialismo con
peculiaridades chinas. En su construcción, el Partido debe cumplir
resueltamente las seis exigencias básicas siguientes.
Primera:
mantenerse en su línea fundamental. Todo el Partido debe unificar sus criterios
y acciones a la luz de la teoría de Deng Xiaoping, el importante pensamiento de
la triple representatividad, la concepción científica del desarrollo, el
pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la
nueva era y la referida línea, y perseverar en hacerlo por largo tiempo y sin
la menor vacilación. Tiene que integrar la reforma y la apertura con los cuatro
principios fundamentales, llevar a efecto la misma línea en todos los sentidos
y luchar contra todas las tendencias erróneas, tanto de “izquierda” como de
derecha, con énfasis en prevenir las de “izquierda”, aunque es necesario que
permanezca alerta contra las de derecha. Ha de aumentar la capacidad
política en el juicio, la comprensión y la ejecución, y fortalecer la concienciación y la firmeza referentes a la implementación de su
teoría, su línea, sus directrices y sus políticas.
Segunda:
perseverar en la emancipación de la mente, la búsqueda de la verdad en los
hechos, el avance con los tiempos y la adopción de una actitud realista y
práctica. La línea ideológica del Partido supone hacerlo todo partiendo de la
realidad, integrar la teoría con la práctica, buscar la verdad en los hechos, y
verificar y desarrollar esta a través de la práctica. Todo el Partido tiene que
seguir firmemente esta línea ideológica, explorar con dinamismo, experimentar
audazmente, llevar a cabo el emprendimiento y la innovación, trabajar de forma
creativa, actuar constantemente en el estudio de las nuevas situaciones, en el
resumen de las nuevas experiencias y en la resolución de los nuevos problemas,
para enriquecer y fomentar el marxismo e impulsar su chinización y su adaptación a
nuestros tiempos en la práctica.
Tercera: mantenerse en su línea organizativa de la nueva era. En
aplicación integral del pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con
peculiaridades chinas de la nueva era y poniendo el acento en la construcción
del sistema organizativo, el Partido debe empeñarse en formar cuadros altamente
calificados que sean leales, honrados y responsables, y en aglutinar excelentes
personas calificadas de todas las esferas que amen a la patria y trabajen con
abnegación, y persistir tanto en la consideración simultánea de la integridad moral y la
competencia profesional, con prioridad conferida a aquella, como en el nombramiento por méritos, todo
a fin de proporcionar una sólida garantización organizativa al mantenimiento y
fortalecimiento de su liderazgo general y al mantenimiento y desarrollo del
socialismo con peculiaridades chinas. Todo el Partido debe reforzar las
funciones políticas y organizativas de sus organismos, formar y seleccionar
buenos cuadros que él y el pueblo necesitan, formar y forjar gran número de
continuadores de la causa socialista capaces de asumir las importantes misiones
planteadas por los tiempos, y agrupar personas de talento de todo el mundo para
que presten sus servicios, todo con miras a garantizar en lo organizativo la
aplicación de su teoría, su línea y su estrategia fundamentales.
Cuarta:
reafirmarse en servir de todo corazón al pueblo. El Partido no tiene otros
propios intereses particulares que los de la clase obrera y los de las masas
populares más amplias. En todo momento antepone a todo los intereses de las
masas, comparte con estas tanto las alegrías como las penalidades, mantiene con
ellas los vínculos más estrechos, y persevera en ejercer el poder en bien del pueblo,
unirse en el sentimiento con él y procurar intereses a su favor, sin permitir
que los militantes, quienesquiera que sean, se separen de las masas o se
coloquen por encima de ellas. La mayor ventaja política que posee el Partido
está en su estrecha ligazón con las masas, mientras que el mayor peligro que le
acecha tras su asunción del Poder estriba en disociarse de ellas. El problema
del estilo del Partido y de sus vínculos con las masas populares es para él de
vida o muerte. El Partido aplica en su trabajo la línea de masas, procurando
hacerlo todo en bien de estas, apoyarse en ellas en todo, actuar según el
principio de “de las masas y a las masas” y convertir los propios postulados
acertados en acciones conscientes de estas.
Quinta:
atenerse al centralismo democrático. Este supone una integración de un
centralismo basado en la democracia y una democracia basada en una dirección
centralizada. Constituye tanto un principio organizativo fundamental del
Partido como la aplicación de la línea de masas en la vida del Partido. Hay que
fomentar plenamente la democracia interna del Partido, respetar la condición de
sujetos de los militantes, garantizar sus derechos democráticos y poner en
juego la iniciativa y la creatividad de los organismos partidarios de todos los
niveles y de los numerosos militantes. Es imperativo aplicar la centralización
correcta, implantar firmemente la conciencia sobre la política, los intereses
generales, el núcleo dirigente y el alineamiento, y salvaguardar resueltamente
la autoridad y la dirección centralizada y unificada del Comité Central del
Partido, nucleado en torno al camarada Xi Jinping, con miras a asegurar la
cohesión, la unidad y la uniformidad de acción de toda la organización al igual
que el rápido y eficiente cumplimiento de las decisiones que esta haya tomado.
Es necesario reforzar y reglamentar la vida política interna del Partido,
potenciar su carácter político, su espíritu de la época, su sentido de
principio y su combatividad, desarrollar una cultura política intrapartidaria
positiva y sana, y crear un buen ecosistema
político limpio y honrado. En su vida política, el Partido desarrolla de manera
correcta la crítica y la autocrítica, libra luchas ideológicas en las
cuestiones de principio, sostiene la verdad y corrige los errores. Se esfuerza
por crear una situación política vigorosa y dinámica en la que reinen tanto la
centralización como la democracia, tanto la disciplina como la libertad, y
tanto la unidad de voluntad como la satisfacción individual.
Sexta:
persistir en administrarse y disciplinarse con rigor. El disciplinamiento
integral y riguroso del Partido va siempre en el camino, y lo es también su
revolución interna. Bajo la nueva situación, las pruebas que la gobernación, la
reforma y la apertura, la economía de mercado y el entorno exterior plantean al
Partido son prolongadas, complejas y severas, y los peligros ocasionados por el
relajamiento del ánimo, la falta de capacidad, la desvinculación de las masas,
la corrupción y demás fenómenos negativos se presentan
con mayor intensidad ante todo él. Hay que plasmar las normas exigentes y
medidas rigurosas en todo el proceso y los diversos aspectos de su
administración y disciplinamiento. Se impone persistir en disciplinar al
Partido conforme a las reglas y en hacerlo de manera tanto paliativa como de raíz; completar sin cesar el sistema
de decretos
intrapartidarios; perseverar en situar
la disciplina en primer lugar; reforzar el sentido de la organización y el de
la disciplina, y mantener la igualdad de todos ante la disciplina del Partido.
Se potenciarán la responsabilidad de los comités del Partido como sujetos y la
de las comisiones de control disciplinario como supervisoras en el
disciplinamiento integral y riguroso del Partido, se intensificará la supervisión
de sus organismos dirigentes y de los cuadros dirigentes militantes, sobre todo
de los principales, y se perfeccionará de modo constante el sistema de
supervisión interna del Partido. Se impulsarán a fondo tanto la construcción de
su estilo y de la gobernación honrada como la lucha anticorrupción, y, con una
actitud de tolerancia cero en el castigo de la corrupción, se promoverá de
manera integrada que nadie ose, pueda ni intente corromperse.
La dirección del Partido Comunista de China constituye la
característica más esencial del socialismo con peculiaridades chinas y la mayor superioridad del sistema del mismo, y el Partido
es la fuerza dirigente política suprema. Sea este o aquel terreno o sector, sea
cual sea la parte o región del país, el Partido lo dirige
todo. Él debe adaptarse a las exigencias de la reforma, la apertura y la
modernización socialista y mantener una gobernación científica, democrática y
legal del país, para potenciar y mejorar su dirección. Ha de desempeñar, a
través de sus organismos, su papel de núcleo dirigente en los de las otras
organizaciones de niveles correspondientes de acuerdo con el principio de
dominar la situación con una visión de conjunto y coordinar las diversas
partes. Tiene que concentrar sus energías en la dirección de la construcción
económica, organizar y coordinar las fuerzas de los diferentes sectores y aunar
sus voluntades y afanes, para desenvolver el trabajo en torno a dicha
construcción y promover el desarrollo integral de la economía y la sociedad.
Debe tomar las decisiones de forma democrática y científica, trazar y aplicar
una línea y unas directrices y políticas acertadas, llevar a buen término su
labor en materia de organización, propaganda y educación, y hacer valer el
papel pionero y ejemplar de todos sus militantes. Ha de actuar dentro de los
límites establecidos por la Constitución y las demás leyes. Debe garantizar que
los órganos legislativos, judiciales, administrativos y supervisores estatales,
las organizaciones económicas y culturales y las agrupaciones populares
trabajen de manera activa, voluntaria, independiente, responsable y coordinada.
Tiene que fortalecer su dirección sobre la Federación Nacional de Sindicatos,
la Liga de la Juventud Comunista, la Federación Nacional de Mujeres y demás
agrupaciones de masas, para que estas mantengan y fortalezcan su carácter
político, avanzado y de masas, y que pongan plenamente en juego el papel que
les corresponde. Debe adaptarse a la evolución de la situación y al cambio de
las circunstancias para perfeccionar su propio régimen dirigente, mejorar su
modo de dirección e incrementar su capacidad de gobernación del país. Los
comunistas han de mantener una estrecha y cordial cooperación con las masas no
pertenecientes al Partido para luchar juntos por la construcción del socialismo
con peculiaridades chinas.
Capítulo I
Los miembros del Partido
Artículo 1. Puede solicitar el ingreso
en el Partido Comunista de China todo elemento avanzado de los obreros,
campesinos, militares, intelectuales y de otros estratos sociales del país que
tenga cumplidos 18 años de edad, acepte el Programa y los Estatutos del Partido,
y esté dispuesto a adscribirse a uno de sus organismos, trabajar de forma
activa en él, cumplir las resoluciones del Partido y abonar en los plazos
previstos las cuotas establecidas.
Artículo 2. Los miembros del Partido Comunista de China son combatientes
de vanguardia de la clase obrera china dotados de conciencia comunista.
Han de
servir de todo corazón al pueblo y, sin escatimar ningún sacrificio personal,
luchar toda la vida por la materialización del comunismo.
Son para
siempre integrantes comunes del pueblo trabajador. Quienesquiera que sean, no
podrán perseguir ningún interés egoísta ni prerrogativa fuera de los intereses
personales y atribuciones laborales prescritos en el marco de las leyes y
políticas.
Artículo 3. Los miembros del Partido tienen que cumplir con los
siguientes deberes:
1)
Estudiar a conciencia el marxismo-leninismo, el pensamiento de Mao Zedong, la
teoría de Deng Xiaoping, el importante pensamiento de la triple
representatividad, la concepción científica del desarrollo y el pensamiento de
Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era, al
igual que la línea, directrices, políticas y resoluciones del Partido, y
adquirir conocimientos básicos sobre este, estudiar su historia y aprender
conocimientos científicos, culturales, jurídicos y profesionales, en un
esfuerzo por aumentar su aptitud de servir al pueblo;
2)
Acrecentar las “cuatro conciencias” [sobre la política, los intereses
generales, el núcleo dirigente y el alineamiento], afianzarse en las “cuatro
convicciones” [en el camino, la teoría, el sistema y la cultura], cumplir las
“dos salvaguardias” [la firme salvaguardia de la posición del secretario
general Xi Jinping como núcleo tanto del Comité Central del Partido como de
toda su militancia y la firme salvaguardia de la autoridad y la dirección
centralizada y unificada de este comité], llevar a efecto la línea fundamental
y las diversas directrices y políticas del Partido, encabezar la participación
en la reforma, la apertura y la modernización socialista, conducir a las masas
en la lucha dura por el desarrollo económico y el progreso social, y desempeñar
un papel pionero y ejemplar en la producción, el trabajo, el estudio y la vida
social;
3)
Sostener la primacía de los intereses del Partido y del pueblo, supeditar los
intereses personales a aquellos, ser los primeros en soportar las penalidades y
los últimos en disfrutar de las comodidades, trabajar con abnegación por los
intereses públicos y hacer cuantas contribuciones puedan;
4)
Observar conscientemente la disciplina del Partido, ante todo su disciplina y
su regla políticas, acatar de forma ejemplar las leyes y decretos del Estado,
guardar estrictamente los secretos partidarios y estatales, poner en práctica
las decisiones del Partido, someterse a sus designaciones y cumplir activamente
sus tareas;
5) Preservar la cohesión y unidad del Partido, serle
leales y honestos, obrar en concordancia con lo dicho y luchar resueltamente
contra toda organización facciosa y toda actividad de camarilla, contra el
doble juego de mostrar acatamiento en público y desacato en privado, y contra
toda intriga y maquinación;
6)
Desarrollar de manera efectiva la crítica y la autocrítica, atreverse a revelar
y corregir las palabras y acciones contrarias a los principios del Partido, así
como los defectos y errores en el trabajo, y luchar decididamente contra la
corrupción y otros fenómenos negativos;
7)
Estrechar los vínculos con las masas, difundir entre estas los postulados del
Partido, consultarlas frente a cualquier problema que haya, poner oportunamente
en conocimiento del Partido las opiniones y demandas de ellas y defender sus
intereses legítimos, y
8)
Promover los nuevos hábitos socialistas, tomar la delantera en practicar los
valores socialistas esenciales y la concepción socialista del honor y el
deshonor, fomentar la moralidad comunista, desarrollar las virtudes
tradicionales de la nación china y en todo momento difícil y peligroso
arrostrarse con una lucha heroica, sin temor a ningún sacrificio, por defender
los intereses del Estado y del pueblo.
Artículo 4. Los miembros del Partido tienen los siguientes derechos:
1)
Asistir a las reuniones concernientes del Partido, leer los documentos
pertinentes de este y recibir la educación y la formación que él imparte;
2)
Participar en las discusiones sobre la política del Partido por medio de
reuniones, periódicos y revistas del mismo;
3)
Presentar propuestas y sugerencias acerca del trabajo del Partido;
4)
Criticar con fundamento en las reuniones del Partido a cualesquiera de sus
organismos o militantes, destapar y denunciar sus infracciones a la ley y la
disciplina con sentido de responsabilidad ante el Partido, demandar sanciones
contra los militantes infractores y pedir la destitución o remoción de los cuadros
incompetentes;
5)
Votar, elegir y ser elegidos;
6)
Participar y defenderse en debates que realice el organismo incumbente del
Partido para decidir sanciones disciplinarias en contra de ellos como
militantes o para evaluar su actuación, pudiendo presentarse otros militantes
como testigos o defensores suyos;
7) Poder
declarar reservada su discrepancia con las resoluciones o políticas del
Partido, sin perjuicio de aplicarlas resueltamente, y plantear tal
disconformidad ante los organismos superiores, incluyendo hasta los centrales,
y
8)
Presentar solicitudes, apelaciones y acusaciones ante los organismos
partidarios superiores, incluidos los centrales, y pedir a aquel que le competa
una respuesta responsable al respecto.
Ningún
organismo del Partido, sea cual fuere su nivel, ni siquiera el central, está
facultado para privar a los afiliados de los derechos antedichos.
Artículo 5. La admisión de nuevos
militantes debe realizarse a través de las células del Partido, poniendo los
criterios políticos en primer plano y persistiendo en el principio de
incorporación individual.
El que
solicite su incorporación no podrá convertirse en miembro efectivo sin antes
haber rellenado la solicitud de ingreso voluntario, haber sido recomendado por
dos miembros efectivos y contar con la aprobación de la asamblea de la célula y
la ratificación del organismo del Partido del nivel superior, además de haber
pasado el reconocimiento del periodo probatorio.
Los
recomendantes deben informarse en profundidad de las ideas, cualidades,
antecedentes y actuaciones laborales del solicitante, explicarle el Programa y
los Estatutos del Partido, exponerle los requisitos, deberes y derechos de los
militantes, y rendir cuenta de ello con sentido de responsabilidad ante el
organismo del Partido.
El
comité de la célula correspondiente se ocupará de pedir a las personas
pertinentes de dentro y fuera del Partido opiniones sobre el solicitante,
examinar a este con rigor y no someter el caso a discusión en la asamblea de la
célula hasta que lo haya considerado cumplidor de los requisitos establecidos.
Antes de ratificar el ingreso, el organismo partidario
superior enviará a una persona a conversar con el solicitante para conocerlo
mejor y ayudarlo a acrecentar su conocimiento sobre el Partido.
En casos
excepcionales, el Comité Central del Partido y sus comités de las provincias,
las regiones autónomas y los municipios directamente subordinados al Poder
Central podrán efectuar admisiones directas.
Artículo
6. Los miembros en prueba han de jurar su incorporación al
Partido ante la bandera de este con el siguiente texto: Ingreso
voluntariamente en el Partido Comunista de China y me comprometo a apoyar su
Programa, acatar sus Estatutos, cumplir con los deberes de militante, poner en práctica
las decisiones del Partido, observar estrictamente su disciplina, guardar sus
secretos, serle leal, trabajar con dinamismo, luchar toda la vida por el
comunismo, estar siempre en disposición de sacrificar todo por el Partido y el
pueblo, y no traicionar jamás a la organización.
Artículo 7. El periodo probatorio es de
un año. El organismo del Partido debe educar y reconocer con seriedad a los
miembros en prueba.
Los
miembros en prueba tienen los mismos deberes que los miembros efectivos, así
como iguales derechos, con excepción de los de votar, elegir y ser elegidos.
Una vez
vencido el plazo probatorio, la célula del Partido debe discutir sin tardanza
las perspectivas que tiene el interesado de pasar a miembro efectivo. Este así
lo hará en la fecha prevista si ha cumplido concienzudamente con sus deberes de
militante y satisfecho los requisitos establecidos; podrá prolongarse el
periodo probatorio, pero por un espacio no superior a un año, si resulta
necesario continuar su reconocimiento y educación; deberá anularse su condición
de miembro en prueba en caso de incumplimiento de sus obligaciones de militante
o de los requisitos. Tanto el paso a miembro efectivo como la prolongación del
plazo probatorio o la anulación de la condición de miembro en prueba deben
someterse a la discusión y aprobación de la asamblea de la célula y a la
ratificación del organismo del Partido del nivel superior.
El
periodo probatorio se contará a partir del día de la aprobación del solicitante
como miembro en prueba por la asamblea de la célula del Partido. La antigüedad
de su militancia se calculará desde la fecha de su paso a la condición de
miembro efectivo al término de dicho plazo.
Artículo 8. Todo miembro, cualquiera
que sea su cargo, debe estar adscrito a una célula, grupo u otro organismo
específico del Partido para participar en la vida organizativa de este y
aceptar la supervisión de las masas de dentro y fuera del mismo. Los cuadros
dirigentes militantes han de tomar parte, además, en las reuniones de vida democrática
del comité o del grupo dirigente del Partido. No se permite la existencia de
ningún militante privilegiado que no tome parte en la vida organizativa o no
acepte la referida supervisión.
Artículo
9. Los militantes tienen la libertad de retirarse del
Partido. Al que lo pida se le declarará en baja, previa discusión de la
asamblea de la célula, y se informará al organismo del Partido del nivel
superior para el debido registro.
La
célula del Partido deberá educar a los afiliados que carezcan de voluntad
revolucionaria, incumplan sus deberes como militantes o no satisfagan los
requisitos para ser tales, exigiéndoles corrección en un plazo señalado, y a
aquellos que permanezcan sin cambio a pesar de la educación persuadiéndoles
para que se retiren de la organización. La persuasión al militante en cuestión
debe decidirse mediante discusión en la asamblea de la célula y comunicarse al
organismo partidario superior para su ratificación. Si el requerido se mantiene
reacio a la retirada, se remitirá el caso a discusión de la misma asamblea y se
decidirá allí su baja, tras lo cual se informará al organismo del nivel
superior a efectos de ratificación.
El afiliado
que, sin motivo justificado, deje durante seis meses consecutivos de participar
en la vida organizativa del Partido, abonar las cuotas del mismo o cumplir las
tareas que le asigna será considerado desvinculado voluntario de la
organización. La asamblea de la célula correspondiente deberá darle de baja y
se remitirá para ratificación al organismo partidario superior.
Capítulo II
El sistema organizativo del Partido
Artículo
10. El Partido es un cuerpo unitario organizado en base a su
Programa y Estatutos y con arreglo al centralismo democrático. Los principios
básicos del centralismo democrático del Partido son los siguientes:
1) Los militantes como individuos deben someterse a los
organismos del Partido; la minoría, a la mayoría; los organismos de niveles
inferiores, a los superiores, y todos, organismos o miembros, al Congreso
Nacional y el Comité Central del Partido.
2) Los
órganos de dirección partidarios de los diversos niveles se constituyen
mediante elecciones, con excepción hecha de los órganos por ellos delegados en
determinados ámbitos y los grupos dirigentes del Partido instituidos en
organizaciones no pertenecientes al mismo.
3) Los
órganos supremos de dirección del Partido son su Congreso Nacional, y el Comité
Central que este constituye. Los órganos dirigentes de los diversos niveles
territoriales son los congresos respectivos y los comités que estos instauran.
Los comités del Partido de las distintas instancias responden y rinden cuenta
de su labor ante sus respectivos congresos.
4) Los
organismos superiores escucharán constantemente las opiniones de los de niveles
inferiores y de las masas militantes, y resolverán de manera oportuna los
problemas que ellos planteen. Los organismos de instancias inferiores deberán,
por un lado, pedir instrucciones y dar cuenta de su labor a los superiores y,
por otro, solucionar de forma independiente y responsable los problemas que
estén dentro de su responsabilidad y atribuciones. Los organismos superiores y
los de niveles inferiores deben comunicarse, apoyarse y supervisarse
mutuamente. Los organismos del Partido de todos los niveles proporcionarán
información pública sobre los asuntos de este según lo estatuido, procurando
que los militantes conozcan los quehaceres internos del mismo y participen más
en ellos.
5) Los
comités del Partido de las distintas instancias aplican el sistema de
combinación de la dirección colectiva con la responsabilidad individual
derivada de la división del trabajo. Toda cuestión de importancia capital habrá
de decidirse mediante la discusión conjunta de los comités del Partido, de
acuerdo con el principio de liderazgo colectivo, centralización democrática,
celebración de consultas y toma de decisiones en reuniones, y los miembros de
los comités tienen la obligación de cumplir efectivamente con sus
responsabilidades según la determinación colectiva y la división del trabajo.
6) El
Partido prohíbe cualquier forma de culto a la personalidad. Se impone asegurar
que sus dirigentes lleven a cabo su actuación bajo la supervisión de la
organización y del pueblo, y defender, al mismo tiempo, el prestigio de todos
aquellos que representan los intereses de estos.
Artículo 11. La selección de los
delegados a los congresos del Partido y de los miembros de los comités del
mismo de los diversos niveles debe encarnar la voluntad de los electores. Se
adoptará la votación secreta en las elecciones. Las listas de candidatos se
elaborarán a través de exhaustivas deliberaciones y discusiones realizadas por
los organismos del Partido y los electores. Podrán efectuarse los comicios
oficiales adoptando directamente el método diferencial, consistente en presentar
más candidatos que puestos por cubrir. También podrá haber elecciones
preliminares con el mismo método para elaborar una lista de candidatos antes de
proceder a los comicios oficiales. Los electores tienen derecho a informarse
sobre los candidatos, pedir sustituciones de los mismos, negar su voto a
cualquiera de ellos o elegir a otras personas. Ningún organismo o individuo
puede obligar de forma alguna a los electores a dar o negar el voto a
determinada persona.
Si en
las elecciones para los congresos de los diversos niveles territoriales y los
de base se dan casos de violación de los Estatutos del Partido, los comités del
nivel inmediatamente superior, previa investigación y comprobación,
determinarán su anulación y la adopción de las medidas correspondientes,
decisión que someterán para examen y ratificación a los comités de la instancia
subsiguiente más alta antes de anunciar oficialmente su ejecución.
Se
aplica el sistema de mandato entre los delegados a congresos del Partido de los
diversos niveles.
Artículo 12. En caso de necesidad, el
Comité Central del Partido y sus comités de los distintos niveles territoriales
convocarán conferencias para discutir y decidir sobre problemas de capital
importancia que requieran una oportuna solución. Compete al comité convocante
determinar el número de representantes asistentes a la conferencia y la forma
de seleccionarlos.
Artículo 13. La creación de un
organismo del Partido o la disolución de uno ya existente será decidida por el
del nivel superior.
Durante
los periodos entre los congresos de los distintos niveles territoriales y entre
los de base, los organismos superiores podrán trasladar o designar responsables
de los de instancias inferiores si lo estiman necesario.
El Comité Central del Partido y sus comités de los
diversos niveles territoriales pueden delegar órganos que los representen.
Artículo
14. El Comité Central del Partido y sus comités de las
provincias, las regiones autónomas y los municipios directamente subordinados
al Poder Central ejecutarán el sistema de inspección itinerante, y lograrán que
en su mandato esta inspección cubra a todos los organismos partidarios de los
territorios, departamentos, empresas e instituciones públicas que están
sometidos a su administración.
Los grupos dirigentes (o comités) del Partido de los
ministerios y comisiones del nivel central y de los departamentos
pertenecientes a los órganos partidarios y estatales del nivel central llevarán
a cabo inspecciones itinerantes según las necesidades del trabajo.
Se establecerá el sistema de giras de inspección en los
comités del Partido de los niveles de municipio prefectoral (incluyendo las
prefecturas, prefecturas autónomas y ligas de mismo nivel) y de distrito
(incluyendo los municipios, distritos urbanos y banderas de este nivel).
Artículo 15. Al decidir sobre problemas
importantes que atañan a los organismos de instancias inferiores, los órganos
de dirección del Partido de los diversos niveles deberán, en circunstancias
ordinarias, solicitar opinión a los referidos organismos. Les garantizarán el
ejercicio normal de sus atribuciones. Salvo en casos excepcionales, no deberán
intervenir en aquellas cuestiones cuyo tratamiento incumba a estos organismos.
Artículo 16. En cuanto a las cuestiones
relacionadas con las políticas de relevancia nacional, solo al Comité Central
le compete tomar decisiones, mientras los organismos del Partido de los
diferentes departamentos y territorios podrán presentarle propuestas, sin que
se les permita, no obstante, el arbitrio de decidir o pronunciarse en público
sobre el particular.
Los
organismos del Partido de niveles inferiores han de cumplir resueltamente las
decisiones de los superiores. Podrán pedir modificarlas si las consideran
desacordes con la realidad de su territorio o departamento; en caso de que las
mantengan los del nivel superior, tendrán que ejecutarlas, sin que puedan
emitir públicamente sus opiniones discrepantes, aunque les asiste el derecho de
darlas a conocer al organismo del nivel subsiguiente más alto.
La
prensa y los demás medios de difusión de los organismos del Partido de los
diferentes niveles tienen la obligación de divulgar la línea, directrices,
políticas y resoluciones del mismo.
Artículo 17. Al discutir y decidir
sobre cualquier materia, los organismos del Partido aplicarán el principio de
subordinación de la minoría a la mayoría. Se impone recurrir a la votación en
caso de decisión relativa a alguna cuestión importante. Hay que considerar con
seriedad las opiniones discrepantes de la minoría. Si surgen controversias
sobre cuestiones sustanciales entre dos partes casi iguales en número, será
necesario, salvo en casos de emergencia que requieran una actuación conforme a
la opinión de la mayoría, aplazar la toma de decisión para realizar más indagaciones,
estudios e intercambios de opiniones antes de proceder a una nueva votación,
pudiendo, en circunstancias excepcionales, informarse de la polémica al
organismo superior correspondiente para pedirle arbitraje.
Cuando
un postulado importante que vaya a emitir un militante en representación de un
organismo del Partido rebase el marco de las decisiones ya tomadas por el
mismo, será preciso someterlo a discusión y determinación de ese organismo
donde actúa o pedir instrucción del superior. Ningún militante, sea cual fuere
su cargo, podrá tomar decisión individualmente sobre cuestiones sustanciales;
aun si se viera obligado a hacerlo en caso de emergencia, a posteriori tendrá
que informar de ello sin tardanza al organismo pertinente del Partido. No se permite
a ningún dirigente actuar con arbitrariedad ni colocarse por encima de la
organización.
Artículo 18. Todos los organismos
centrales, territoriales y de niveles de base del Partido deben conceder
importancia a la construcción de este, discutir y revisar con frecuencia la
labor partidaria en materia de propaganda, educación, organización, control
disciplinario, masas, frente único, etc., y prestar atención al estudio de las
tendencias ideológicas y políticas de dentro y fuera del Partido.
Capítulo III
Los organismos centrales del Partido
Artículo 19. El Congreso Nacional del
Partido se celebra cada cinco años por convocatoria del Comité Central. Si este
lo estima necesario o lo pide más de una tercera parte de los organismos del
nivel provincial, puede adelantarse su celebración, pero no aplazarse a menos
que concurran circunstancias extraordinarias.
Al
Comité Central le incumbe determinar el número de delegados al Congreso
Nacional y el método de elegirlos.
Artículo 20. Las competencias del
Congreso Nacional del Partido son:
1)
Escuchar y examinar el informe del Comité Central;
2)
Examinar el informe de la Comisión Central de Control Disciplinario;
3)
Discutir y decidir sobre las importantes cuestiones del Partido;
4)
Revisar los Estatutos del Partido;
5)
Elegir el Comité Central, y
6)
Elegir la Comisión Central de Control Disciplinario.
Artículo 21. La Conferencia Nacional
del Partido tiene como competencias discutir y decidir sobre importantes
cuestiones y reajustar o elegir a título adicional miembros del Comité Central
y de la Comisión Central de Control Disciplinario. El número de miembros tanto
titulares como suplentes del Comité Central sometidos al reajuste o elección
adicional no podrá ser superior a la quinta parte de aquellos que haya elegido
el Congreso Nacional del Partido.
Artículo
22. El Comité Central del Partido se renueva cada cinco años,
periodo de mandato que podrá variar en la medida en que se adelante o aplace la
celebración del Congreso Nacional. Para ser miembro titular o suplente del
Comité Central uno debe tener una antigüedad mínima de cinco años de
militancia, y la determinación del número de ambos compete al Congreso Nacional.
Las vacantes que se produzcan entre los miembros titulares serán cubiertas por
los suplentes según un orden de prelación establecido con arreglo al número de
sus votos favorables.
El pleno
del Comité Central se convoca por su Buró Político y se celebra al menos una
vez al año. El Buró Político rinde cuentas de su labor ante el pleno y se
somete a su supervisión.
Durante
el periodo entre Congresos Nacionales, el Comité Central ejecuta sus
resoluciones, dirige toda la labor del Partido y representa al Partido
Comunista de China en sus relaciones externas.
Artículo 23. Compete al Comité Central
en pleno elegir a su secretario general y a su Buró Político y el Comité
Permanente de este. El secretario general debe provenir de los miembros del
Comité Permanente.
El Buró
Político y su Comité Permanente ejercen las funciones del Comité Central entre
uno y otro pleno de este.
El
Secretariado Central es el órgano operativo del Buró Político y de su Comité
Permanente; sus integrantes son propuestos por este y aprobados por el pleno
del Comité Central.
Al
secretario general del Comité Central le incumbe convocar las reuniones del
Buró Político y su Comité Permanente y presidir la labor del Secretariado
Central.
Corresponde
al Comité Central determinar los integrantes de la Comisión Militar Central del
Partido, la cual aplica el sistema de responsabilidad del presidente.
Los
órganos y cargos dirigentes de nivel central elegidos por el Comité Central de
cada mandato continuarán rigiendo el trabajo cotidiano del Partido durante el
siguiente Congreso Nacional en sesión, hasta que el Comité Central ulterior
haya constituido unos nuevos.
Artículo 24. Los organismos del Partido
constituidos en el Ejército Popular de Liberación de China funcionan de acuerdo
con las instrucciones del Comité Central. La Comisión Militar Central se
encarga del trabajo del Partido y de la gestión política en las Fuerzas Armadas
y prescribe el régimen organizativo y los órganos del Partido en el Ejército.
Capítulo IV
Los organismos territoriales del Partido
Artículo 25. Tienen lugar cada cinco
años los congresos del Partido de las provincias, las regiones autónomas y los
municipios directamente subordinados al Poder Central, de los municipios
prefectorales con división distrital urbana y las prefecturas autónomas, de los
distritos o banderas, distritos autónomos, municipios prefectorales sin
división distrital urbana y de los distritos urbanos bajo jurisdicción de
municipio prefectoral.
Los congresos del Partido de los distintos niveles
territoriales son convocados por los comités de sus instancias. En casos
excepcionales se podrá anticipar o aplazar su celebración, previa ratificación
del comité inmediatamente superior.
El
número de delegados a los diferentes congresos territoriales y el método de
elegirlos serán decididos por los propios comités de cada instancia y sometidos
a la ratificación del comité inmediatamente superior.
Artículo 26. Las competencias del
congreso del Partido de cada nivel territorial son:
1) Escuchar y
examinar el informe de su comité correspondiente;
2)
Examinar el informe de la comisión de control disciplinario de su instancia;
3)
Discutir los asuntos de mayor trascendencia en su territorio y adoptar
resoluciones correspondientes, y
4)
Elegir el comité del Partido y la comisión de control disciplinario del mismo
nivel.
Artículo 27. Los comités del Partido de
las provincias, las regiones autónomas y los municipios directamente
subordinados al Poder Central y de los municipios prefectorales con división
distrital urbana y las prefecturas autónomas se renuevan cada cinco años. Sus
miembros titulares y suplentes deben llevar más de cinco años como militantes.
Los
comités del Partido de los distritos o banderas, los distritos autónomos, los
municipios prefectorales sin división distrital urbana y los distritos urbanos
bajo jurisdicción de municipio prefectoral se renuevan cada cinco años. Sus
miembros titulares y suplentes deben contar con más de tres años de militancia.
Si se
adelantara o aplazara la convocatoria de cualquier congreso territorial del
Partido, variará de forma correspondiente el periodo de mandato del comité del
Partido por él elegido.
El
número de miembros titulares y suplentes de los comités del Partido de cada
instancia territorial será determinado por el comité inmediatamente superior.
Las vacantes que se produzcan entre sus miembros titulares se cubrirán por los
suplentes de acuerdo con un orden de prioridad establecido según el número de
sus votos favorables.
Los
plenos de los distintos comités territoriales se realizarán dos veces al año
como mínimo.
Durante
los periodos entre los congresos, los comités del Partido de las diferentes
instancias territoriales ejecutarán las instrucciones de los organismos
superiores y las resoluciones adoptadas por los congresos de su nivel,
dirigirán las labores de sus respectivos territorios y presentarán
periódicamente informes sobre su trabajo a los comités de la instancia
superior.
Artículo
28. Los plenos de los comités territoriales del Partido
elegirán a sus respectivos comités permanentes, secretario y subsecretarios, y
los someterán a la ratificación de los comités de la instancia superior. Cada
comité permanente ejercerá las funciones del comité entre los plenos de este, y
continuará presidiendo el trabajo cotidiano durante el siguiente congreso en
sesión hasta que se haya constituido uno nuevo.
Los comités permanentes de los comités territoriales
rendirán cuentas de su labor periódicamente ante los correspondientes plenos de
estos y se someterán a su supervisión.
Artículo
29. Los comités prefectorales del Partido, u otros organismos análogos, son
órganos que los comités del Partido de las provincias o las regiones autónomas
delegan en un ámbito que abarca varios distritos, distritos autónomos o
municipios. Dirigen el trabajo en sus respectivas prefecturas según la
autorización de los comités de las provincias o las regiones autónomas.
Capítulo V
Los organismos de base del Partido
Artículo 30. Deben establecerse
organismos de base del Partido en las empresas, zonas rurales, entidades
públicas, centros docentes, hospitales, instituciones de investigación
científica, vecindades, comunidades, organizaciones sociales, compañías del
Ejército Popular de Liberación u otras entidades de base que cuenten con tres o
más miembros efectivos del Partido.
En los
organismos de base se establecerán comités de base, de célula general o de
célula de acuerdo con las necesidades del trabajo y el número de afiliados y
previa ratificación del organismo partidario superior. El comité de base será
elegido por la asamblea de militantes o por el congreso, y el de célula general
o de célula, solo por la asamblea, debiendo la presentación de candidatos a
miembros de dichos comités estar precedida por una amplia solicitud de
opiniones entre los militantes y las masas.
Artículo 31. Los comités de base, de
célula general y de célula del Partido se renuevan cada de tres a cinco años.
El secretario y los subsecretarios de estos comités, tras haber sido elegidos,
deben someterse a la ratificación del organismo del Partido de la instancia
superior.
Artículo 32. Los organismos de base,
como baluartes de combate del Partido en las entidades básicas de la sociedad,
constituyen los cimientos de todo su trabajo y fuerza combativa. Tienen las
siguientes tareas básicas:
1)
Difundir y llevar a la práctica la línea, directrices y políticas del Partido,
así como las resoluciones del Comité Central, de los demás organismos
superiores y de sí mismos, poner plenamente en juego el papel pionero y
ejemplar de los militantes, emprender con dinamismo la actividad encaminada a
crear organismos de base del Partido avanzados y competir por ser militantes
sobresalientes, y unir y organizar a los cuadros y las masas de dentro y fuera
del Partido para cumplir con empeño las tareas asumidas por las entidades a que
pertenecen;
2)
Organizar a los militantes para que estudien concienzudamente el
marxismo-leninismo, el pensamiento de Mao Zedong, la teoría de Deng Xiaoping,
el importante pensamiento de la triple representatividad, la concepción
científica del desarrollo y el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo
con peculiaridades chinas de la nueva era, impulsen el estudio y la educación
referentes a los “dos estudios y un comportamiento”, así como a la historia del
Partido, convirtiéndolos en una práctica habitual e institucionalizada,
estudien la línea, directrices, políticas y resoluciones del Partido y los
conocimientos básicos sobre este, y adquieran conocimientos científicos,
culturales, jurídicos y profesionales;
3)
Educar, administrar, supervisar y servir a los militantes, elevar sus
cualidades, afianzar sus ideales y convicciones, reforzar su espíritu
partidario, mantener estricta la vida organizativa del Partido, desarrollar la
crítica y la autocrítica, preservar y aplicar la disciplina partidaria,
supervisar el cumplimiento efectivo de los militantes con sus deberes y
garantizar sus derechos contra toda tentativa de transgresión. Fortalecer y
mejorar la administración de los militantes de entre la población flotante;
4)
Estrechar los vínculos con las masas, estar al tanto de sus críticas y
opiniones sobre los militantes y la labor del Partido, salvaguardar sus
derechos e intereses legítimos y realizar un buen trabajo ideológico y político
entre ellas;
5) Poner
plenamente en juego la iniciativa y la creatividad de los miembros del Partido
y de las masas, descubrir, preparar y recomendar a elementos sobresalientes de
entre ellos, y estimularlos y apoyarlos para que contribuyan con su
inteligencia y talento a la reforma, la apertura y la modernización socialista;
6)
Educar y preparar a los activistas que solicitan el ingreso en el Partido, y
trabajar como es debido por la admisión regular de nuevos militantes, con
atención a la que se realiza en la primera línea de producción y de trabajo,
así como entre los jóvenes;
7) Velar
por que los militantes, cuadros y demás trabajadores observen estrictamente las
leyes y decretos estatales, así como los reglamentos económicos y financieros y
el sistema de personal del Estado, sin que se les permita usurpar los intereses
estatales, colectivos y de las masas, y
8) Educar a los militantes y a las masas para que
boicoteen conscientemente las tendencias malsanas y luchen con decisión contra
toda clase de infracciones de la disciplina partidaria o de las leyes
estatales.
Artículo 33. Los comités de base del
Partido constituidos en las vecindades, cantones y poblados, así como los
organismos de este en las aldeas y comunidades, dirigen de forma unificada todo
tipo de organizaciones y los diversos trabajos de niveles de base de las áreas
donde actúan, fortalecen la gobernanza social en estos niveles, y apoyan y
garantizan a las entidades administrativas o económicas y las organizaciones de
autogobierno de las masas el pleno desempeño de sus funciones.
En el
desempeño de su papel directivo, los comités (o grupos dirigentes) del Partido
de las empresas estatales dominan el rumbo a seguir, se ocupan de la situación
general, garantizan la aplicación de las directrices y políticas partidarias y
estatales, y discuten y deciden sobre los asuntos importantes de las empresas
según lo estipulado. Los organismos de base del Partido establecidos en dichas
empresas y las colectivas desarrollan su labor en torno a la producción y la
gestión empresariales. Garantizan y vigilan el cumplimiento de las directrices
y políticas del Partido y del Estado en las empresas donde actúan; respaldan a
las asambleas de accionistas, los consejos de administración, los de
supervisión y los gerentes o directores en el ejercicio de sus facultades
acorde con la ley; se apoyan de todo corazón en las masas trabajadoras y
secundan a las asambleas de representantes de estas en el desarrollo de su
labor; participan en la toma de decisiones sobre las importantes cuestiones
empresariales; refuerzan la propia construcción como organismo del Partido y
dirigen la labor ideológica y política, el fomento de la civilización
espiritual, el trabajo del frente único y los sindicatos, la Liga de la
Juventud Comunista, las organizaciones de mujeres y otras agrupaciones de
masas.
Los
organismos de base del Partido creados en los establecimientos económicos de
propiedad no pública ponen en práctica las directrices y políticas del Partido,
guían y supervisan a las empresas en la observancia de las leyes y reglamentos
del Estado, dirigen los sindicatos, la Liga de la Juventud Comunista y otras
agrupaciones de masas, y unen y aglutinan a las masas trabajadoras, todo para
defender los derechos e intereses legales de las diversas partes y promover el
sano desarrollo de las empresas.
Los
organismos de base del Partido establecidos en las organizaciones sociales
difunden y llevan a la práctica la línea, directrices y políticas partidarias,
dirigen los sindicatos, la Liga de la Juventud Comunista y otras agrupaciones
de masas, educan y administran a los militantes, orientan a las masas y les
prestan servicios, con el fin de fomentar el desarrollo de la causa del Partido
y del país.
Los
organismos de base del Partido establecidos en las instituciones públicas que
practican el sistema de responsabilidad del jefe administrativo desempeñan el
papel de baluarte de combate; los que actúan en aquellas que se rigen por el
sistema de responsabilidad del jefe administrativo bajo la dirección del comité
del Partido discuten y deciden sobre las cuestiones sustanciales, al tiempo que
garantizan a los jefes administrativos el pleno ejercicio de sus atribuciones.
Los
organismos de base del Partido establecidos en las entidades públicas de este y
del Estado de los distintos niveles asisten a los responsables administrativos
en el cumplimiento de sus tareas y en la mejora de su trabajo, y educan,
administran y supervisan a cada uno de los militantes, incluidos los
responsables administrativos, pero no dirigen el trabajo profesional de sus
respectivas entidades.
Artículo 34. Las células del Partido
son organismos partidarios básicos que asumen las atribuciones y
responsabilidades de educar, administrar y supervisar directamente a los
militantes y de organizar a las masas, hacer propaganda entre ellas,
aglutinarlas y prestarles servicios.
Capítulo VI
Los cuadros del Partido
Artículo 35. Los cuadros del Partido
son la fuerza vertebral para la causa de este y servidores del pueblo, por lo
que deben actuar con lealtad, honradez y responsabilidad. De acuerdo con el
principio de considerar simultáneamente la integridad
moral y la competencia profesional, con
prioridad conferida a aquella, el Partido persiste en seleccionar a cuadros sin
distinción de su procedencia, practicar el nombramiento por méritos, poner en
primer lugar la causa partidaria, actuar con imparcialidad y honradez, y
oponerse al favoritismo en los nombramientos, en un
esfuerzo por materializar la revolucionarización, rejuvenecimiento, dotación de
amplios conocimientos y especialización del contingente de los cuadros.
El
Partido concede importancia a la educación, capacitación, selección, evaluación
y supervisión de cuadros, y en especial a la formación y selección de cuadros
jóvenes sobresalientes. Impulsa activamente, asimismo, la reforma del sistema
de cuadros.
También
presta atención a la formación y selección de cuadros entre las mujeres y en
las minorías étnicas.
Artículo 36. Los cuadros dirigentes del
Partido de los distintos niveles tienen que mantenerse firmes en sus
convicciones, servir al pueblo, desempeñar su cargo de manera diligente y
práctica, atreverse a asumir responsabilidades y ser honrados e íntegros;
cumplir de modo ejemplar con los diversos deberes que estipula para los
militantes el Artículo 3 de los presentes Estatutos; y reunir, además, los
siguientes requisitos básicos:
1)
Poseer en el marxismo-leninismo, el pensamiento de Mao Zedong, la teoría de
Deng Xiaoping, el importante pensamiento de la triple representatividad y la
concepción científica del desarrollo el nivel necesario para el ejercicio de
sus atribuciones, ser los primeros en aplicar el pensamiento de Xi Jinping
sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era, esforzarse por
analizar y resolver los problemas prácticos adoptando la posición, el punto de
vista y el método marxistas, acentuar con persistencia el estudio, la política
y la integridad moral, y ser capaces de superar la prueba de todo tipo de
dificultades y peligros;
2)
Poseer el elevado ideal del comunismo y la firme convicción en el socialismo
con peculiaridades chinas, aplicar resueltamente la línea fundamental del Partido
y sus diversas directrices y políticas, tener afianzada la determinación de
llevar adelante la reforma y la apertura, entregarse a la causa de la
modernización, acometer enconadas actividades emprendedoras en la construcción
socialista, y establecer un correcto concepto de los méritos administrativos
para hacer unos efectivos que puedan pasar la prueba de la práctica, del pueblo
y de la historia;
3)
Insistir en la emancipación de la mente, la búsqueda de la verdad en los
hechos, el avance con los tiempos, el emprendimiento y la innovación,
investigar y estudiar a conciencia, saber conjugar las directrices y políticas
del Partido con la realidad de los territorios o departamentos donde actúan,
llevar a cabo trabajos fructíferos, y decir la verdad, hacer cosas reales y
procurar resultados efectivos;
4) Tener
una vehemente devoción a la causa revolucionaria y un fuerte sentido de la
responsabilidad política, y contar con experiencia práctica y con la capacidad
organizativa, el nivel cultural y los conocimientos especializados necesarios
para ser competentes en el trabajo de dirección;
5)
Ejercer correctamente las facultades otorgadas por el pueblo, persistir en los
principios, manejar los asuntos según la ley, ser honestos e íntegros,
desempeñar con diligencia las funciones públicas en interés del pueblo, dar
ejemplo con la propia conducta, trabajar duro y llevar una vida austera,
mantener estrechos vínculos con las masas, perseverar en la línea de masas del
Partido, someterse conscientemente a la crítica y la supervisión del Partido y
de las masas, reforzarse en formación moral, atenerse al espíritu partidario,
prestar atención a la conducta y actuar con ejemplaridad, conducirse con
autoestima, introspección, autoadmonición y aliento a sí mismos, combatir el
formalismo, el burocratismo, el hedonismo y la proclividad al derroche y a la
suntuosidad, y luchar contra la mentalidad de los privilegios y las formas en
las que estos se manifiestan, así como contra toda práctica que implique abusar
de las atribuciones o perseguir intereses egoístas, y
6) Mantener y salvaguardar el centralismo democrático del
Partido, proceder con espíritu democrático, guardar una visión de conjunto y
saber unirse a los camaradas, incluidos aquellos que sostengan opiniones
distintas a las propias, para actuar todos unidos en el trabajo.
Artículo
37. Los cuadros militantes han de saber cooperar o trabajar
conjuntamente con los no pertenecientes al Partido, respetarlos y con modestia
aprender de sus puntos fuertes.
Los
organismos del Partido de todos los niveles deben saber descubrir y recomendar
para cargos de dirección a aquellos cuadros no militantes que sean realmente
competentes y cualificados, garantizarles el ejercicio efectivo de las
atribuciones que se les confieran y poner plenamente en juego el papel que les
corresponde.
Artículo 38. Los cargos que ocupan los
cuadros dirigentes del Partido de los distintos niveles, ya sean elegidos de
forma democrática o nombrados por órganos de dirección, no son vitalicios, sino
reemplazables y removibles.
Los
cuadros que se vean impropios por razones de edad o salud para proseguir en su
labor deberán jubilarse o retirarse de conformidad con las estipulaciones del
Estado.
Capítulo VII
La disciplina del Partido
Artículo 39. La disciplina del Partido, norma de conducta que han de
observar sus organismos de los diversos niveles y todos sus miembros,
constituye una garantía para preservar su cohesión y unidad y cumplir sus
tareas. Los organismos del Partido tienen la obligación de aplicarla con rigor
y defenderla, y los militantes, la de sujetarse conscientemente a ella.
Artículo 40. La disciplina del Partido
incluye principalmente la disciplina política, la organizativa, la de la
honradez, la relacionada con las masas populares, la del trabajo y la relativa
a la vida.
Persistiendo en el principio de sacar lecciones de los
errores cometidos en el pasado para evitarlos en el futuro y tratar la
enfermedad para salvar al paciente, de aplicar la disciplina con rigor e
imponer sanciones a quienes la infrinjan, y de ocuparse de los problemas de
inmediato en su mínima expresión y erradicar los males en ciernes, a los militantes que hayan infringido la disciplina del
Partido se deberá criticarlos, educarlos, exigirles la realización de examen,
darles charlas admonitorias e incluso hasta imponerles sanciones disciplinarias
según el carácter y la gravedad de sus errores. Hay que usar las “cuatro formas” de la supervisión de la
implementación de la disciplina, de modo que el avergonzamiento y el
azoramiento se conviertan en algo normal; que las sanciones impuestas según la
disciplina partidaria y los reajustes organizativos devengan importantes medios
para la administración y el disciplinamiento partidarios; y que los militantes que hayan infringido seriamente la
disciplina del Partido o violado gravemente el código penal sean expulsados del
Partido.
Dentro
de la organización se prohíbe de modo tajante tratar a sus miembros por medios
contrarios a sus Estatutos y las leyes estatales, represaliarlos y dirigirles
acusaciones falsas o imputaciones insidiosas. Se impone exigir responsabilidad
de acuerdo con la disciplina del Partido y las leyes estatales a cualquier
organismo o individuo que quebrante esta disposición.
Artículo 41. Las sanciones
disciplinarias a los militantes son de cinco categorías: amonestación,
amonestación severa, destitución del cargo en el Partido, permanencia
condicional en el Partido bajo observación y expulsión.
El plazo de
permanencia condicional en el Partido bajo observación no excederá de dos años.
Durante este periodo el militante implicado no tendrá los derechos de votar,
elegir y ser elegido. Se le restituirán estos si con la permanencia condicional
se ha corregido de veras, mientras que se expulsará del Partido a aquel que
mantenga sin enmendar sus errores.
La
expulsión es la máxima sanción dentro del Partido. Al decidir o ratificar la
expulsión de un miembro, los organismos del Partido pertinentes de todos los
niveles deberán adoptar una actitud sumamente prudente, estudiando
integralmente los materiales y opiniones concernientes.
Artículo 42. La sanción disciplinaria
que se aplique a un militante será decidida mediante discusión en la asamblea
de la célula y sometida para ratificación al comité de base del Partido o bien,
para examen y visto bueno si se trata de un problema relativamente importante o
complejo o de una expulsión, a la comisión de control disciplinario de nivel
distrital o superior, según corresponda. En casos excepcionales, los comités
del Partido y las comisiones de control disciplinario de los niveles desde el
distrital para arriba están facultados para decidir directamente una sanción
disciplinaria a un militante.
La sanción de amonestación o amonestación severa que se
aplique a un miembro titular o suplente del Comité Central deberá ser sometida
para ratificación a este comité por parte del Comité Permanente de la Comisión
Central de Control Disciplinario tras examen y deliberación correspondientes.
La sanción de amonestación o amonestación severa que se aplique a un miembro
titular o suplente de cualquier comité territorial deberá ser ratificada por la
comisión de control disciplinario del nivel inmediatamente superior y sometida
por esta al comité partidario de este mismo nivel para su debido registro.
La
sanción de destitución del cargo en el Partido, permanencia condicional bajo
observación o expulsión del Partido que se aplique a un miembro titular o
suplente del Comité Central o de cualquier comité territorial ha de decidirse por
una mayoría de más de dos tercios del pleno del comité en cuestión; entre pleno
y pleno, podrá decidirla primero el Buró Político del Comité Central o el
comité permanente del comité territorial pertinente, para que sea revalidada de
forma retroactiva cuando el comité concernido se reúna en pleno. Si se trata de
un miembro titular o suplente de un comité territorial, esta sanción deberá ser
examinada y discutida por el comité permanente de la comisión de control
disciplinario del nivel superior, y sometida por dicha comisión al comité
partidario de este mismo nivel para su ratificación.
La
decisión de expulsar del Partido a un miembro titular o suplente de los comités
que haya violado gravemente el código penal incumbe, en el caso del Comité
Central, a su Buró Político, y en el de los comités de los distintos niveles
territoriales, a sus respectivos comités permanentes.
Artículo 43. Al decidir sancionar a un
militante, el organismo pertinente del Partido deberá comprobar los hechos de
manera objetiva. Ha de darle a conocer la decisión junto con los hechos y datos
en los que la ha basado, y escucharle aclaraciones o justificaciones en defensa
propia. En caso de disconformidad con la decisión, el militante podrá formular
apelación y el organismo concerniente del Partido tendrá que asumir la
responsabilidad de atenderla o remitirla con celeridad, sin que se le permita
retención alguna. Será preciso criticar y educar a los que realmente insistan
en opiniones erróneas o demandas injustificadas.
Artículo 44. Se impone exigir
responsabilidades a todo organismo del Partido que falte a su deber en el
mantenimiento de la disciplina partidaria.
Respecto
a aquel organismo del Partido que vulnere seriamente la disciplina y no sepa
corregirse, incumbe al comité inmediatamente superior tomar la decisión de
reorganizarlo o disolverlo según la gravedad de las circunstancias y previa
indagación y verificación, decisión que remitirá para examen y ratificación al
comité de la instancia subsiguiente más alta antes de anunciar oficialmente su
ejecución.
Capítulo VIII
Los órganos de control disciplinario del Partido
Artículo 45. La Comisión Central de
Control Disciplinario del Partido funciona bajo la dirección del Comité
Central. Las comisiones de control disciplinario de los distintos niveles
territoriales y las de base actúan bajo la doble dirección del comité del
Partido de su instancia y de la comisión de control disciplinario del nivel
superior. Las comisiones de control disciplinario de los niveles superiores
deben fortalecer su dirección sobre las de los niveles inferiores.
El periodo de mandato de estas distintas comisiones
coincide con el de los comités del Partido de sus mismas instancias.
La Comisión Central de Control Disciplinario del Partido
elige en sesión plenaria a su Comité Permanente, secretario y subsecretarios, y
remite el resultado para ratificación al Comité Central. Las comisiones
homólogas de los distintos niveles territoriales eligen en pleno a sus
respectivos comités permanentes, secretarios y subsecretarios, y someten el
resultado a aprobación de los comités del Partido de sus mismas instancias y a
ratificación de los comités del nivel superior. En lo tocante a los comités de
base, incumbe a los organismos del Partido del nivel inmediatamente superior decidir,
de acuerdo con las circunstancias específicas, si se instituyen allí comisiones
de control disciplinario o cargos de inspector de disciplina. Estos cargos se
establecen en los comités de la célula general y los de la célula.
La
Comisión Central de Control Disciplinario y las comisiones de los niveles
territoriales delegarán grupos de control disciplinario en todas las entidades
públicas partidarias y estatales del nivel correspondiente, y lo harán, según
lo estipulado, para con las empresas estatales e instituciones públicas
correspondientes. Los jefes de estos grupos podrán asistir a las reuniones
pertinentes de los órganos de dirección del Partido de dichas entidades. Su
trabajo debe ser apoyado por estos órganos.
Artículo 46. Como órganos específicamente responsables de la supervisión
intrapartidaria, las comisiones de control disciplinario de los diversos
niveles tienen las siguientes tareas principales: mantener la vigencia de los
Estatutos y otros reglamentos internos del Partido, verificar la aplicación de
su línea, directrices, políticas y resoluciones, y ayudar a sus comités a
impulsar el disciplinamiento integral y riguroso del Partido, a potenciar la
construcción del estilo partidario y a organizar y coordinar la labor
anticorrupción, todo con miras a impulsar el perfeccionamiento del sistema de
supervisión del Partido y el Estado.
Las
atribuciones de estas comisiones son la supervisión, la implementación de la
disciplina y la exigencia de responsabilidades, por lo que han de educar de
forma constante a los militantes en la observancia de la disciplina y tomar
decisiones para el mantenimiento de su vigencia; supervisar el cumplimiento de
las atribuciones y el ejercicio del poder por parte de los organismos
partidarios y los cuadros dirigentes militantes, admitir a trámite y atender
las denuncias y acusaciones formuladas por los militantes y las masas, y
conversar con la persona en cuestión para advertirla, citarla para una sesión
oral o interpelarla por correspondencia; examinar y tratar los casos
relativamente importantes o complejos de conculcación de los Estatutos y demás
reglamentos internos por parte de organismos y afiliados del Partido, y decidir
o anular sanciones contra los militantes implicados en dichos casos; exigir
responsabilidades o plantear propuestas al respecto; atender acusaciones y
apelaciones presentadas por los miembros del Partido; y garantizar sus
derechos.
Las
comisiones de control disciplinario de los distintos niveles informarán a los
comités del Partido de sus mismas instancias acerca de los problemas surgidos
en el tratamiento de los casos especialmente importantes o complejos y los
resultados de su resolución. Las de los niveles territoriales y las de base
deberán, además, presentar informes sobre el particular a las comisiones del
nivel superior.
Las
comisiones en cuestión que descubran infracciones de la disciplina del Partido
por parte de un miembro del comité de su propia instancia pueden empezar por
una comprobación preliminar; si resulta necesario abrirle
un expediente de examen, deberán someterlo simultáneamente a la comisión
del nivel inmediatamente superior y al referido comité; si el implicado es
miembro del comité permanente de dicho comité, deberán someter su expediente a
la comisión del nivel inmediatamente superior para efectuar una comprobación
preliminar; y en caso de que sea necesario realizar un examen, la comisión de
este nivel deberá someterlo a la ratificación del comité partidario del mismo
nivel.
Artículo 47. Las comisiones de control
disciplinario de instancias superiores están facultadas para examinar el
trabajo de las de niveles inferiores y ratificar o cambiar sus decisiones sobre
los casos tratados; si la decisión en cuestión ya ha sido aprobada por el
comité del Partido de la misma instancia en que fue tomada, deberá someterse el
cambio propuesto a ratificación del comité inmediatamente superior.
Toda
comisión de control disciplinario territorial o de base podrá, en caso de
discrepar de la decisión del comité del Partido de su misma instancia sobre un
particular, solicitar el reexamen de la comisión de control disciplinario del
nivel inmediatamente superior; además, está facultada para apelar ante
comisiones superiores y pedirles asistencia para tratar toda infracción de la
disciplina del Partido detectada en el comité de su mismo nivel o alguno de sus
miembros que este comité haya dejado irresoluta o impropiamente resuelta.
Capítulo IX
Los grupos dirigentes del Partido
Artículo 48. Pueden establecerse grupos
dirigentes del Partido en los órganos de dirección de los organismos estatales,
de las organizaciones populares, así como de las organizaciones económicas,
culturales y otras no pertenecientes al Partido de los niveles central y
territoriales. Estos grupos desempeñan el papel directivo. Su misión consiste
principalmente en encargarse de poner en práctica la línea, directrices y
políticas del Partido; fortalecer la dirección sobre la construcción partidaria
en las entidades donde actúan y cumplir su responsabilidad por el
disciplinamiento integral y riguroso del Partido; discutir y decidir sobre las
importantes cuestiones de sus propias entidades; llevar de manera apropiada la
administración de los cuadros; discutir y decidir sobre asuntos de importancia,
como la institución o reajuste de organismos partidarios de base, la admisión
de nuevos miembros del Partido o la imposición de sanciones a militantes; unir
a los cuadros y las masas no pertenecientes al Partido para cumplir las tareas
encomendadas por este y el Estado, y dirigir el trabajo de los organismos del
Partido establecidos en aquellos órganos y sus dependencias directas.
Artículo 49. Los integrantes de un tal
grupo dirigente son decididos por el organismo partidario que autorizó su
establecimiento. En él se instituye el cargo de secretario, pudiendo establecer
el de subsecretario en caso de necesidad.
El grupo
dirigente del Partido debe obedecer a la dirección del organismo partidario que
autorizó su institución.
Artículo 50. En los departamentos
operativos estatales que ejerzan una dirección centralizada y unificada sobre
las entidades a ellos subordinadas y en los órganos directivos de las
instituciones pertinentes podrán establecerse comités del Partido, cuyos
métodos de creación, competencias y tareas serán establecidos aparte por el
Comité Central.
Capítulo X
La relación del Partido con la Liga
de la Juventud Comunista
Artículo 51. La Liga de la Juventud
Comunista de China es una agrupación de masas integrada por jóvenes adelantados
y dirigida por el Partido Comunista de China, una escuela donde los numerosos
jóvenes estudian en medio de la práctica el socialismo con peculiaridades
chinas y el comunismo, así como un ayudante y una fuerza de reserva para el
Partido. El Comité Central de la Liga se somete a la dirección del Comité
Central del Partido. Los organismos de la Liga de los diversos niveles territoriales
son dirigidos tanto por los comités del Partido de su misma instancia como por
los organismos superiores de la Liga.
Artículo 52. Los comités del Partido de
los distintos niveles han de fortalecer su dirección sobre los organismos de la
Liga de la Juventud Comunista y prestar atención a la selección y capacitación
de los cuadros de esta. El Partido tiene que apoyar firmemente a la Liga para
que, de acuerdo con las características y necesidades del numeroso conjunto
juvenil, lleve a cabo su trabajo con vivacidad, dinamismo y creatividad,
desempeñando a plenitud su papel como brigada de choque y puente de enlace con
ese gran colectivo.
Los que
son miembros del Partido de entre los secretarios tanto de los comités de la
Liga del nivel distrital para abajo como de los establecidos en las empresas e
instituciones públicas pueden asistir, sin derecho a voto, a las reuniones de
los comités del Partido de su misma instancia y a las de las comisiones
permanentes de estos.
Capítulo XI
El emblema y la bandera del Partido
Artículo 53. El emblema del Partido Comunista de China está formado
por la hoz y el martillo.
Artículo 54. La bandera del Partido
Comunista de China es un estandarte rojo con el emblema del Partido en color
dorado.
Artículo 55. El emblema y la bandera
del Partido Comunista de China constituyen su símbolo y distintivo. Los
organismos del Partido de los diversos niveles y todos y cada uno de sus
militantes han de defender la dignidad de ambos, que se deben confeccionar y
usar de acuerdo con las estipulaciones pertinentes.
Fuente:Xinhua
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