'La Tierra Errante II' tiene sus raíces en la cultura china, una historia sobre la unidad
Cuando se le dijo que el 90 por ciento del pueblo estadounidense apoya el Proyecto de Vida Digital, el diplomático chino Zhou Zhezhi mostró una foto al diplomático estadounidense, Mike, una foto de la Tierra tomada en 1990 por la Voyager-1 de la NASA a una distancia de 6 mil millones de kilómetros del Sol.
"Es nuestro hogar, nuestro planeta", dijo Zhou, recordándome quién se sentó en un cine del centro de Beijing para The Wandering Earth II inspirado en la novela del escritor chino Liu Cixin en el primer día del Año Nuevo chino del libro del científico Carl Sagan Pale Blue Dot: A Vision of the Human Future in Space, en el que escribió: "Mira de nuevo ese punto. Eso está aquí. Ese es el hogar. Esos somos nosotros".
Desde The Wandering Earth hace cuatro años hasta la precuela de este año, el director Guo Fan siempre espera que su audiencia recuerde que debido a la nostalgia por la patria y la ciudad natal, no escapamos de la Tierra en una nave espacial cuando enfrentamos tal crisis, sino que elegimos vagar con el planeta.
Es aún más importante impulsar la narrativa de la historia desenterrando el mundo interior de los personajes, expresando su importancia para la familia y el anhelo de sus seres queridos, que está profundamente arraigado en la cultura china.
En la película, el astronauta chino Liu Peiqiang (Wu Jing) recuerda a su esposa e hijo mientras el científico Tu Hengyu (Andy Lau) comparte su amor por la hija muerta al cargar su personalidad en una IA experimental. Sus historias siempre prueban la palabra de Zhou: "En tiempos de crisis, la unidad por encima de todo. Recuerda el día en que el coraje de la gente trasciende la historia".
Es aún más cierto hoy después de la guerra de tres años de las humanidades contra la pandemia de COVID-19, ya que solo el coraje y la unidad pueden vencer a la crisis, en la ciencia ficción o en la realidad.
Desde el estallido de la pandemia a principios de 2020, miles de trabajadores médicos fueron desplegados para combatir el virus mortal sin siquiera suficiente equipo de protección personal, al igual que voluntarios y trabajadores comunitarios. Sus esfuerzos colectivos son recordados en la película cuando miles de voluntarios como ellos se apresuran a la primera línea para mantener el orden y rescatar a las personas cuando se acerca la crisis lunar. Todos llevan chalecos rojos con el llamativo "PCCh" escrito en la espalda.
La unidad es el espíritu que fluye a través de la sangre del pueblo chino, algo que se puede compartir con el resto del mundo e inspirar más para la resiliencia de la humanidad.
En la película, Zhou también pronuncia un poderoso discurso sobre la unidad. Señaló una foto de un fémur humano de hace más de 10.000 años y dijo que era un fémur que sanó después de romperse. Fue rescatado... Fue sanado, fue alimentado y sobrevivió, que es lo que realmente significa la civilización: ayuda mutua. El colectivismo es la base de la civilización humana.
La gente se está conmoviendo hasta las lágrimas, incluido yo mismo, en la escena cuando los astronautas de China, Rusia, Francia, Singapur y Japón detonan voluntariamente bombas nucleares a mano, para explotar la luna con la esperanza de salvar la Tierra.
Para los elementos de entretenimiento, The Wandering Earth II contiene todas las grandes escenas como las batallas de enjambres de drones, ascensores espaciales y explosiones nucleares necesarias para satisfacer los antojos de las audiencias hambrientas de acción.
El rápido desarrollo y progreso de China en la tecnología espacial ha proporcionado un terreno fértil para la creación de películas de ciencia ficción.
Hemos sido testigos de tantos momentos importantes como la misión lunar Chang'e y la Estación Espacial Tiangong en los últimos años y esperamos más escenas e incluso mayores logros presentados en películas chinas de ciencia ficción, lo que permite a los creadores de películas de ciencia ficción producir obras más ricas y diversas.
Eran casi las 11 de la noche cuando salí del cine mientras muchos todavía esperaban afuera las proyecciones de media noche. Inhalé el aire helado pero fresco de Beijing. La Tierra es tan hermosa y viva.
Fuente: Global Times
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